¿Por qué una tarjeta de crédito empresarial sin cuenta corriente es la mejor opción?
Para muchas empresas, la introducción de un nuevo medio de pago en sus procesos financieros representa un gran desafío. No solo es fundamental integrarlo en el software de finanzas y contabilidad existente, sino también gestionar los pagos a través de la cuenta empresarial. Existen tarjetas de crédito empresariales sin cuenta corriente, que se pueden vincular a una cuenta existente, y otras que solo están disponibles junto con una cuenta específica. Ambos sistemas tienen ventajas y desventajas, las cuales exploraremos en este artículo.
Las respuestas clave sobre las tarjetas de crédito empresariales y la vinculación a cuentas:
Las tarjetas de crédito empresariales siempre deben estar vinculadas a una cuenta de empresa. No es posible gestionar los pagos de la tarjeta de crédito empresarial a través de una cuenta personal.
Hay una diferencia entre las tarjetas de crédito empresariales vinculadas a una cuenta y aquellas que pueden asociarse con cualquier cuenta empresarial.
Las tarjetas de crédito sin vinculación a una cuenta son más fáciles de integrar en los procesos financieros existentes.
¿Cómo funciona una tarjeta de crédito empresarial sin cuenta corriente?
Para garantizar la correcta gestión de pagos, cada tarjeta de crédito debe estar vinculada a una cuenta bancaria de la empresa, la cual debe tener saldo suficiente al momento del débito. Los gastos de la tarjeta se deducen de esta cuenta de referencia. Con una tarjeta de crédito empresarial sin cuenta corriente, no es necesario abrir una nueva cuenta bancaria; se puede usar con cualquier cuenta existente de la empresa.
¿Para quién es adecuado cada modelo de tarjeta de crédito?
Las empresas que aún no tienen una cuenta bancaria adecuada probablemente optarán por una tarjeta de empresa con cuenta corriente. Muchas entidades bancarias ofrecen una tarjeta de débito junto con la cuenta de empresa como opción estándar. Sin embargo, una tarjeta de crédito completa a menudo tiene un costo y solo está disponible a solicitud. Además, generalmente solo se puede vincular a la cuenta bancaria de la entidad emisora.
Las tarjetas de crédito sin vinculación a una cuenta son menos comunes, pero si no estás satisfecho con la oferta de tu banco, son la mejor opción. Sin cambiar de cuenta, las empresas pueden utilizar tarjetas de crédito empresariales gratuitas de forma permanente.
Tener una cuenta adicional que no se utiliza con regularidad conlleva un mayor esfuerzo administrativo. A las empresas les resulta más complicado gestionar todas las transacciones y garantizar siempre un saldo suficiente, evitando así costosos intereses por descubierto.
Ventajas de una cuenta empresarial con tarjeta de crédito
Un solo proveedor para gestionar tanto la cuenta corriente como la tarjeta de crédito.
Proceso simplificado de solicitud si ya se tiene abierta la cuenta empresarial.
Amplia oferta de tarjetas de crédito vinculadas a cuentas corrientes.
Ventajas de una tarjeta de crédito empresarial sin cuenta corriente
No es necesario cambiar de cuenta bancaria.
Existen tarjetas gratuitas disponibles de manera permanente.
Menor carga administrativa.
Mejor control sobre los gastos.
No estás limitado a la oferta de una sola entidad bancaria.
Desventajas de una cuenta adicional
Las empresas que utilizan tarjetas de crédito completas se benefician de la liquidez gratuita gracias al retraso en el cobro de los gastos. Sin embargo, si para obtener la tarjeta de crédito deseada es necesario abrir una cuenta adicional, se pierde parte de esta flexibilidad.
Cuando la cuenta adicional no se utiliza para otras operaciones, la gestión administrativa en la contabilidad aumenta considerablemente debido al control de cuentas innecesarias.
Para garantizar que la cuenta tenga siempre suficiente saldo, existen dos opciones. Las empresas deben transferir el importe de los gastos de la tarjeta de crédito antes de la fecha de débito o mantener una cantidad de dinero en la cuenta equivalente al límite de crédito.
Ambas alternativas requieren un ajuste manual cada mes y, además, las empresas pierden una parte de su liquidez al mantener capital inmovilizado de manera permanente o anticipada.
Los mismos inconvenientes aplican para las tarjetas de crédito empresariales prepagadas, donde es necesario recargar un saldo previamente.
Las tarjetas Pliant funcionan con cualquier cuenta empresarial existente
La solución de tarjetas de crédito digitales de Pliant se puede vincular a cualquier cuenta empresarial. Para las tarjetas de crédito gratuitas no es necesario abrir una nueva cuenta corriente.
Independientemente de la cuenta de la empresa, se pueden obtener tarjetas de crédito empresariales reales con límites elevados. Además, gracias a su fácil integración en los procesos financieros existentes, las empresas no asumen ningún riesgo.